Todos sabemos que el sobrepeso y la obesidad son dos de las grandes enfermedades de este siglo.
El problema radica, en que cuando aumentamos peso en la época infantil la probabilidad de seguir manteniendo ese peso elevado en la edad adulta se multiplica.
Por ello, es muy importante mantener un peso saludable en la infancia, ya que, un niño con sobrepeso u obesidad, tendrá muchas más dificultades para mantener un peso saludable. Sumado, a un incremento en poco tiempo de desarrollar problemas cardiovasculares.
¿Por qué se produce esta dificultad para mantener un peso sano en la edad adulta, si de pequeños hemos tenido sobrepeso u obesidad?
Vamos a diferenciar ( clasificación) dos tipos de obesidad, que son muy poco conocidas.
OBESIDAD HIPERPLÁSICA: suele ser muy característica en los niños. Se produce cuando el número de células adiposas ( tejido graso) aumenta en tamaño pero también en número. Es decir, cuando de pequeños aumentamos el acúmulo graso, el adipocito (donde se almacena esa grasa) crece. Pero llega un momento, en que de un adipocito se genera otro adipocito que a su vez se vuelve a llenar y a multiplicar.
Por ello . Esto es un verdadero problema.
OBESIDAD HIPERTRÓFICA: se produce sobre todo en la edad adulta cuando aumentamos peso. Los adipocitos que tenemos aumentan su tamaño pero no se multiplican. POR LO CUAL EN ESTE CASO, ES MÁS SENCILLO A TRAVÉS DE COMER SANO, EJERCICIO Y CAMBIO DE HÁBITOS BAJAR EL PESO COGIDO.
Cuando en la época infantil se come mal, no se hace ejercicio y poco a poco se sube peso. Las célula grasas ( adipocitos) crecen en tamaño pero también se multiplican ( más adipocitos).
La obesidad infantil es un problema serio, que hay que tratarlo desde el inicio, ya que, si no le ponemos remedio en esta etapa, cuando sean adultos tendrán serios problemas de salud.
Todo ello asociado, a que un niño con sobrepeso y obesidad tiene mayor probabilidad de desarrollar diabetes, hipertensión, acido úrico, dislipemias ( colesterol, triglicéridos elevados) a edades más tempranas, que se consideran factores de riesgo cardiovascular.
Hay que cuidarse desde niños y esto es tarea de todos.
CUIDAR LA ALIMENTACIÓN, CAMBIAR LOS HÁBITOS FAMILIARES Y HACER EJERCICIO, SON LAS MEJORES ARMAS PARA UNA SALUD DE HIERRO.
SOMOS LO QUE COMEMOS.